El ayer en que insisto recordar
- Brissa Mendez
- 31 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 21 sept 2020
Estaba reflexionando el tema de extrañar mis días antes de la crisis sanitaria que nos acaece mundialmente, y la verdad es que no me hacen falta aquellos ayeres, ni en lo más mínimo, porque personalmente estaba inmersa en un fango de caos total, donde vivía al día, al máximo, todo era urgente y necesario
Es decir, no había ninguna excusa para cancelar reuniones familiares, juntas de trabajo, asistencia a la escuela, checar la tarjeta de entra y salida del área laboral, era inminente encontrarse en el camino alguna manifestación social, ya sea obligada o de manera voluntaria, las charlas con las amigas o con los amigos por ponerle un nombre a la excusa de echar un trago o una cerveza bien fría, ir al cine para ver una buena película y hacer una fila inmensa para comprar mi maxi combo, asistir a una obra de teatro donde siempre la tercera llamada se alargaba hasta una hora para hacer tiempo y permitir que lleguen los espectadores
Realizar las compras de ropa de temporada o accesorios desechables, en plazas atiborradas de gente que muchas veces solo daban la vuelta y visualizaban sus sueños a través de un aparador, el recorrido en los espacios púbicos para ejercitarme, donde encontraba más basura que deportistas. Al recordar esta vida loca, no siento nostalgia simplemente la veo como algo que era nocivo, y que desencadenaba en mi persona dolores de cabeza, estrés, comidas rápidas grasosas y sin ningún agente nutritivo, el tiempo que me retire de esta vida por motivos de salud, fue suficiente para darme cuenta de la fragilidad humana, que no había hecho lo suficiente para encontrar mi verdadera felicidad y que me había olvidado de quien soy, por cumplir con estándares de vida que pensé eran buenos, como la obtención de cosas materiales y ponerme mascaras para quedar bien con las personas
Por otra parte, es verdad que los tiempos son tensos, invadidos de incertidumbre y sobre todo a cada minuto o segundo nos cambian el rumbo, lo que antes era una verdad ahora es una vil y despiadada mentira, también vivimos el dolor de pensar que hay personas que jamás lasvolveremos a ver, pero ¿acaso este hecho no es una constante en nuestra vida?, donde vamos perdiendo personas ya sea por separación voluntaria o involuntaria como lo es la muerte. Sin embargo, en este hecho histórico en el cual todos somos parte de él, la herida va a ser la misma, claro una más grande que otra, pero al fin es la misma, pero tenemos que actuar en resiliencia ante cada cambio que se nos vaya presentando, renovarnos y actuar de manera diferente
En nuestro negocio hay que establecer nuevas alianzas con otras marcas o productos afines al nuestro, ser flexible para detectar las nuevas oportunidades que se presentan ante esta crisis, dar un excelente servicio, más personalizado, darle continuidad, porque el tema de la resiliencia es un tema que se debe ejercer toda la vida
Es importarte añadir que aparte de que debemos cuidar más nuestra salud, es importante
enfrentar los retos sociales que tenemos, adquirir conocimientos tecnológicos para poder
digitalizar con éxito nuestro negocio o servicio, realizar de vez en cuanto un café virtual con
nuestra familia, amigos o con nuestros empleados para poder adquirir con mayor rapidez el modelo híbrido
Considero hay muchas cosas por decir, por hacer y por esperar, pero de algo estoy segura que el tiempo en que este en este plano terrenal quiero realizar acciones que me hagan sentirme bien, terminar de reconciliarme conmigo misma, con la naturaleza, con las personas que ofendí de manera consciente e inconscientemente, dejar malos hábitos, vicios y sobre todo mantener mi vibra más alta que las mismísimas montañas. De manera concreta estos tiempos son para ser lo que verdaderamente somos. Porque el ayer ya no regresará
Y ¿ustedes extrañan aquellos ayeres? Espero sus comentarios al respecto.
Brissa Méndez
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