HAGAN LO QUE SEA QUE QUIERAN HACER

Hace algunos días tome un taller a cargo de una terapeuta ocupacional, donde dijo una frase que realmente me marco y sentí muy acorde a las circunstancias que estamos pasando y dice así “No hay actividades prohibidas, sino ocupaciones perdidas”.

Esto me trae a la mente pensar que la decidía acaba con el tiempo, nos encierra en un Claustro de acciones prohibidas, pero por nosotros mismos, por el cotilleo de la gente que nos rodea, o simplemente por miedo a los retos nuevos, nos cuesta mucho emprender actividades nuevas, o decidirnos a llevar a cabo versiones nuevas de nosotros mismos, como por poner un ejemplo cambiar el color de nuestro cabello

Creo sería absurdo pensar a estas alturas de la vida y de los acontecimientos extra normales que nos han venido sucediendo, el querer postergar proyectos nuevos, llenarnos de lagunas mentales que no permiten el avance de nuestras vidas

Pero no se me asusten, por acciones nuevas, me refiero a sembrar una planta, abrazar un árbol, saludar a una persona nueva cada día, que me dicen de los vecinos que ni siquiera volteamos a ver, preparar una receta a base de puros vegetales, decidir casarnos o divorciarnos, pintar de otro color nuestro hogar, tomar otra ruta para llegar al trabajo, y la lista puede ir creciendo más y más, simplemente es llevar a cabo experiencias nuevas.

Ya los días de amargura y frustración se deben de ir caño, el lloriqueo eterno mejor ocuparlo para lavar nuestro patio, la obsesión de acumular cosas y querer comprar artículos que llevan nombre de otra persona que ni siquiera conocemos resulta absurdo

La felicidad, la tranquilidad o la estabilidad está en las cosas simples, el comer menos grasa, comer menos carne, tener menos muebles, menos rencores, menos, menos, menos de todo lo malo. No es un sueño el pensar así, pero ya todos nos dimos cuenta que es necesario volver a lo básico a lo orgánico, porque hasta el acumular grados académicos nos hace esclavos, porque estamos más ocupados en querer aprender más y más, para olvidamos que los conocimientos se comparten

Por tanto y dicho lo anterior, y siendo congruente en la frase; “menos es más”, hagamos cosas nuevas todos los días.

Y ¿tú qué estás haciendo nuevo?

Brissa Méndez